La clasificación de los organismos es hecha por
el hombre. Hay dos tipos de sistemas de clasificación de los organismos
vivientes. El primero y más antiguo es el llamado “artificial” en los sistemas
artificiales, los organismos son agrupados atendiendo a la comovidad en el uso
de la clasificación. Tales agrupamientos no implican un verdadero parentesco.
Ejemplo de este tipo de clasificación es la división de plantas en benéficas y
dañinas, en herbáceas y leñosas, en perennes y deciduas. A medida que los
estudiosos de la estructura vegetal –las morfologías- se impresionaron con las
similaridad básica del plano orgánico de ciertas plantas, comenzaron a
agruparlas en sistemas “Naturales o Filogenéticas”, según los cuales las
diversas categorías implicaban de hecho un parentesco real. Las clasificaciones
naturales, ideadas para indicar relaciones entre los organismos vivientes,
están basadas en pruebas cuidadosamente evaluadas. Las más importantes de estas
son los registros de fósiles, la distribución geográfica y los estudios comparativos de las plantas
vivientes en estructura, función química, biológica, desarrollo y constitución
cromosómica y génica.
La publicación de Darwin el origen de las
especies en 1859, dio ímpetu a tales clasificaciones aun en la actualidad las
actualizaciones difieren según la valoración de las pruebas de parentesco
disponibles, pruebas que se usan en el estudio comparativo de las plantas
vivientes y de las fósiles. Nuestro conocimiento de los fósiles, por supuesto,
en el mejor de las cosas será incompleto. Por lo tanto las clasificaciones de
las plantas y de los animales se encuentran en estado de fluidez, están sujetas
a críticas y discrepancias, son solo aproximaciones, sometidas a modificación a
descubrirse nuevas pruebas en pro o en contra de las postuladas relaciones de
parentesco entre los grupos.
En la actualidad se distinguen dos grandes grupos que son:
|
Evolución de las Plantas (Foto, jardín botánico de Bogotá) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario